La domiciliación bancaria es uno de los inventos más interesantes y seguros de cara a las ventajas y comodidad que nos suponen. En primer lugar, hay que entender lo que es una domiciliación bancaria para saber porque resulta tan interesante. La domiciliación bancaria, es aquella autorización que se le da al banco para que este pague los recibos que queramos de forma periódica. Esto quiere decir, que si por ejemplo tenemos algún contrato con alguna compañía que nos carga una cierta cantidad de dinero todos los meses, resulta mucho más práctico que el banco pague dichos recibos por nosotros cada mes, para no tener que acudir todos los meses al mismo a llevar a cabo el pago.
Para poder llevar a cabo una domiciliación bancaria, lo que tenemos que hacer es ir a nuestro banco y autorizar una orden de domiciliación. Esta orden de domiciliación, es un documento en donde estamos autorizando al banco que pague los recibos de nuestra cuenta. En lo que se refiere a esta orden, hace falta que cumpla con unos determinados requisitos para que pueda ser válida.
Requisitos de una orden de domiciliación bancaria.
Con el objetivo de que todo se encuentre en orden y que la domiciliación sea correcta, hay que cumplimentarla con unos terminados requisitos. En primer lugar, nuestra orden de domiciliación contará con un número especial que nos servirá para identificar al documento si por algún motivo hiciese falta. Se trata de un número único que combina en sus 35 caracteres números y letras.
Dentro de esta orden, también tenemos que identificar tanto al acreedor, que será la compañía que nos reclame el pago identificándolo con su nombre y dirección, como los datos del deudor que seremos nosotros, los que vayamos a realizar el pago, incluyendo nuestros datos personales.
Además de estas figuras, hace falta el código de la identidad, para que se pueda identificar fácilmente al banco que emite los pagos y también el IBAN de la cuenta del deudor que será de donde saldrán los mismos. Por último, hace falta establecer la periodicidad del pago, para que quede claro que este o es único o es recurrente, es decir, que es produce cada cierto tiempo. Una vez cumplimentada la orden de domiciliación, ya nos podremos desentender totalmente de los pagos que será el banco quien se encargue de efectuar los mismos en nuestro nombre para nuestra comodidad.