

Con el paso del tiempo, es habitual el ir acumulando unos cuantos céntimos en la cartera, fruto de las vueltas a la hora de pagar. Muchas veces, resulta complicado dar salida a estas monedas, debido a su escaso valor y por lo tanto se siguen acumulando, hasta llegar a cifras considerables, en donde todas juntas ya empiezan a tener un importante valor.
En este caso y para poder aprovechar bien todo el dinero, conviene tener en cuenta algunas consideraciones. Para empezar, un establecimiento no está obligado a aceptar más de 50 monedas en un pago. Esto puede suponer un problema, debido a que no pienses que vas a poder acumular cien céntimos con el objetivo de luego comprar algo por un euro, porque es bastante probable que en la tienda a donde vayas, te lo rechacen.
En una caja pública, siempre podrás cambiar tus monedas
El motivo principal que impulsa este rechazo, es el no tener que perder tiempo a la hora de andar contando las monedas. Sin embargo, cuando se trata de una caja pública, es decir, una empresa que depende de un órgano o ente público, si que se encuentran obligados a aceptar dichas monedas.
A pesar de esto, como todo en la vida, existen excepciones que confirman la regla. Determinados negocios, como por ejemplo los de hostelería, suelen acumular estas monedas con una mayor facilidad que una persona en particular. Fruto de las propinas o que simplemente, los clientes no aceptan las vueltas debido al problema de acumulación señalado anteriormente, estos negocios suman una mayor cantidad de céntimos de lo habitual por lo que existen servicios que facilitan el cambio a estos.
De esta forma, existen diferentes empresas, a menudo subcontratadas por los bancos, que se encargan de la recogida de estas monedas, cambio y empaquetamiento de las mismas para poder ingresarlas en cuenta de una forma mucho más sencilla. Como se trata de un servicio, se suele llegar a pactar una comisión por llevar a cabo el recuento y que, por lo tanto, la empresa que lleva a cabo el trabajo también tenga una remuneración por ello. Sin embargo, se trata de la forma más sencilla para un negocio, para dar salida a todas esas monedas que, de otra forma, tan solo supondrían un problema para cualquier tipo de caja.