Los depósitos a plazo fijo están entre las opciones de inversión favoritas de aquellos que quieren sacarle rendimiento a sus ahorros pero quieren minimizar el riesgo. Son una buena alternativa para complementarlos con otras formas de inversión con algo más de riesgo y de rentabilidad como los fondos de inversión.
¿Qué son los depósitos a plazo fijo?
A través de la imposición a plazo fijo lo que hacemos es entregar una cantidad determinada de dinero a una entidad bancaria durante un tiempo fijado de antemano para que ella haga uso de él. Para entender cómo funcionan los depósitos a plazo fijo, es interesante verlos como si se tratara de un préstamo que nosotros le hacemos al banco. Le dejamos el dinero durante un tiempo determinado y, a cambio, la entidad bancaria nos paga unos intereses, devolviéndonos todo el capital prestado cuando llegue la fecha prevista.
Características de este producto de inversión
- Tiene fecha de vencimiento: desde el principio del contrato se sabe en qué momento acabará el mismo.
- La finalización anticipada implica una penalización: si has puesto tu dinero en depósitos bancarios a plazo fijo y necesitas recuperar todo o parte antes de la fecha de vencimiento, deberás pagar al banco una penalización o comisión por cancelación anticipada.
- En líneas generales ofrece un interés mayor que un depósito a la vista.
- El dinero queda inmovilizado, no puedes domiciliar recibos ni realizar movimientos de cobros y pagos en un depósito a plazo fijo.
- El pago de intereses es periódico y el tipo pactado suele ser fijo para toda la duración del contrato.
- El capital invertido está garantizado por el Fondo de Garantía de Depósitos hasta un máximo de 100 000 € por titular si la entidad financiera incurre en impagos.
¿Qué aspectos hay que considerar para elegir el mejor depósito a plazo fijo?
A la hora de contratar un producto de este tipo conviene pedir información en varios bancos y analizarla detalladamente para ver cuál ofrece mejores condiciones. A la hora de comparar productos hay que centrarse especialmente en:
- Tipo de interés ofrecido.
- Duración del contrato.
- Comisiones aplicadas por retirada de dinero o cancelación anticipada.
Esto te permitirá saber si estás ante un producto con una rentabilidad que de verdad te interesa y te facilitará el tomar la decisión sobre qué imposición a plazo fijo contratar.
A la hora de elegir no olvides tener en cuenta que es posible gestionar depósitos a plazo fijo a través de cooperativas. Una de las grandes ventajas que te ofrecen estas entidades es que son más flexibles con los plazos y puedes contratar imposiciones a plazo fijo que duren solo unos meses. Esto te permite obtener rentabilidad por tu dinero y, a la vez, no tenerlo inmovilizado durante mucho tiempo.
En la actualidad los depósitos a plazo fijo son un producto de inversión muy seguro. Es cierto que su rentabilidad es algo más baja que la de otras opciones que nos ofrece el mercado, pero a cambio tenemos la seguridad de saber que no existe riesgo de perder nuestros ahorros.