Me lo preguntan extrañados, pero ¿Fresnillo fue un pueblo? Sí es cierto, como lo fueron, hace un tiempo, Valeros, Sotrobal, Araúzo, Melardos, San Mamés, Garci – Grande, Velverde, Gómez Velasco, Carabias, y otros más, que, hoy, son también fincas.
Me acompañas.
Mirando, al poniente, tenemos el sitio, que se dice de los árboles de San Miguel, vecino de la antigua huerta del señor Quico el hornero; enfrente mismo de los árboles, y al otro lado del camino, donde mi cuñado Fachenda tenía un majuelo y Andrés el Cabra (q.e.p.d) tenía un huerto, era el punto donde se asomaba la aldea de Fresnillo. Para ser más precisos, distaba media legua de Tordillos y tres cuartos de legua de Santiago de la Puebla. Los arados han destapado trozos de tejas y restos de cimientos, que quedaron desmenuzados. En 1766, el cura de Tordillos, don José Nieto, en un informe que envía a Tomás López, cita la ermita de San Miguel, donde la gente de Tordillos acudía en romería el lunes de aguas. En la lista de pueblos del Obispado de Salamanca de 1410, todavía figuraba Fresnillo y Valeros; en cambio, en el censo de 1548, Fresnillo y Valeros se habían caído de la lista, o sea, que se habían quedado sin gente. Fresnillo, aunque se anexionó a Tordillos, fue propiedad de la marquesa de Cerralvo y Almarza (mayor propietaria), de don Cristóbal de Espinosa, Vizconde de Garci-Grande, Madres carmelitas, convento de las Dueñas, Mayorazgo de Orobios (marqués de Vargas, de Olmedo), beneficiados de san Miguel de Fresnillo, convento de san Leonardo, iglesia de Macotera y concejo de Macotera entre otros.
Fresnillo tenía una extensión de 1445 huebras. Su término estaba dividido en dos hojas, que se sembraban un año sí y otro, no. La hoja de la raya de Santiago ocupaba una superficie de 370 huebras: 170 de trigo y 200, de centeno. Comprendía los sitios de Valdelarraya, Valdesalegas, la raya de Valeros, el Rollar y la majada de Rodrigo; la hoja de la Cabezota era más extensa, 620 huebras: 270 destinaban a trigo, y 350, a centeno. La componían los sitios de la raya de Galleguillos, de las Llanas, de las Torbisqueras, el Verdegal y el picón de la Cabezota. El viñedo ocupaba 140 aranzadas, (la famosa Marrá), el monte 190 huebras y la tierra inútil, 30 huebras.
Fue adquirido por los labradores de Macotera el 8 de febrero de 1852. Conocemos la relación de los nuevos propietarios y su reparto, que fue una operación ejemplar.
Eutimio Cuesta