Los aperos de labranza fueron las primeras herramientas utilizadas para arar grandes extensiones de terreno. Antes se ataban a animales criados específicamente para el arado. Actualmente, forman parte de otras máquinas como los motoarados o se siguen usando de forma manual.
Los aperos no deben confundirse con otras maquinarias pesadas de mayor complejidad. Estos son simples instrumentos de agricultura, y como tal, pueden desgastarse rápidamente y requerir que sean sustituidos por otros nuevos.
Puntos a considerar
Al cambiar un apero, ya sea porque el anterior se nos ha dañado o porque no es el apero correcto, debemos tener en cuenta los tipos de aperos existentes, como son: los de tipo enganche, los de tracción y los de labor. También existen aperos que se clasifican según la profundidad de la labor que realizan. Estos son los llamados primarios y secundarios, siendo estas las mejores clasificaciones a considerar.
Los primarios son aquellos aperos cuya finalidad es optimizar en profundidad el terreno para la siembra. Estos son: los arados de vertedera, los subsoladores, los arados de disco y el chisel. Todos estos tienen brazos mecánicos que ayudan a profundizar el arado. Pero si se necesita un apero para labores secundarias o superficiales, podemos adquirir un cultivador o un rodillo o unas gradas de discos.
Otro aspecto en el que hay que fijarse para elegir el apero apropiado es su material de fabricación. Si el apero que necesitamos va a estar en contacto con suelos húmedos o ásperos, entonces debemos procurar elegir aquellos que sean resistentes al agua y al calor, además de aquellos que sean fáciles de limpiar para ahorrar tiempo en el trabajo del cultivo y evitar que se oxiden con facilidad.
También podemos fijarnos en las marcas de los aperos y así comprar herramientas de calidad para nuestro huerto. Las marcas New Holland, Kuhn, Case IH y Ovlac, ofrecen en el mercado web diferentes maquinarias agrícolas que se pueden obtener desde la comodidad del hogar.
Existen además aperos para maquinarias pequeñas como los motoarados, que también se deben remplazar para conseguir una mayor productividad. Estos son los asurcadores, los vertedores de tierra, los recoge patatas y los rastrillos. Estos aperos si bien se utilizan en labores superficiales, debemos tenerlos en cuenta para mantener el cultivo limpio sin necesidad de utilizar la maquinaria pesada y añadir más gastos operativos al cultivo.
De todos los aperos existentes debemos escoger es que se adapte mejor a las necesidades de nuestro terrero para obtener una mayor y mejor producción.