Dentro del ámbito de la agricultura, existen distintos métodos que, de un modo natural, elevan la eficiencia de las plantaciones: uno de los más utilizados es la asociación de cultivos.
Se trata de un método utilizado desde prácticamente el inicio de la agricultura y, desde ese momento, los tipos de cultivos asociados han ido evolucionando y cambiando, pero siempre con un objetivo común: aprovechar más y mejor las bondades de la tierra y las propias características de las plantas en beneficio de la cosecha.
Qué es la asociación de cultivos
¿Pero qué es la asociación de cultivos? La asociación de cultivos es un método de plantación que se basa en utilizar las características de las distintas plantas o variedades para aprovechar el espacio y optimizar el riego o la defensa frente a plagas.
En otras palabras: es una forma de plantar en la que una variedad aprovecha los ‘huecos’ que otro tipo de plantas deja en el terreno. Por ejemplo: si se planta una variedad que se queda a ras de suelo, esta se combina con otra que crece en poco espacio de tierra pero sí en altura.
De este modo, la misma agua servirá para regar los dos tipos de cultivo asociados. Pero es que además, en ocasiones, las características de una planta sirven para ahuyentar la plaga que afecta a la otra y viceversa, generando un círculo de beneficios que hace interesante el uso de esta asociación favorable de cultivo.
La asociación de cultivos se utiliza mucho en huertos urbanos o espacios de cultivo cooperativo, donde se trata de abusar lo menos posible de fertilizantes químicos y se quiere generar una cosecha muy responsable con el gasto de recursos y la huella medioambiental.
Tipos de cultivos asociados
Son muchos los tipos de cultivo asociados que funcionan. Solo es necesario saber qué hortalizas se pueden plantar juntas. Esto se puede comprobar fácilmente en una tabla de asociación de cultivos que, de manera profesional, ya determina las mejores combinaciones de frutas y hortalizas para los huertos urbanos.
Método precolombino
El más conocido y utilizado tipo de cultivo asociado es el llamado método precolombino, que mezcla maíz, judías y calabazas. De este modo, las judías utilizan el maíz para trepar y crecer mejor. Por otro lado, fijan nitrógeno en el suelo y este es aprovechado por el maíz y las calabazas. Estas últimas protegen el suelo de malas hierbas con sus grandes hojas.
Lechuga, tomate y pimiento
Otro tipo de cultivo asociado de hortalizas y frutas es el de la lechuga, tomate y pimiento. La lechuga crece mucho más rápido, de modo que se puede utilizar para cubrir los espacios entre las otras plantas y evitar la presencia de malas hierbas que les quiten fuerza a tomates y pimientos.
Zanahoria y cebolla
Por último, es muy aconsejado el cultivo ecológico de zanahoria con cebolla. Este es muy útil contra plagas, puesto que una repele la mosca de la cebolla y la otra repele la mosca de la zanahoria. No hay, pues, que utilizar ninguna defensa extra.
El cultivo ecológico es muy interesante y una oportunidad única para aprovechar más y mejor la tierra de un modo natural. Las opciones son infinitas y cada día surgen nuevas ideas para realizar un cultivo cooperativo ecológico y eficiente.