La adquisición de un automóvil es, sin duda, una decisión importante, pues la inversión en un vehículo tiene una cuantía importante. Es por ello por lo que son muchos los conductores que deciden contratar un seguro a todo riesgo, por cuanto sus coberturas son más completas que las del seguro de automóvil obligatorio para poder circular.
Qué son los seguros a todo riesgo
Un seguro a todo riesgo es un tipo de póliza de seguro que tiene un mayor número de servicios y coberturas que otro tipo de seguros. Así, este tipo de seguros, especialmente habituales en los seguros de automóvil, cubre tanto los daños a terceros como los daños propios.
No obstante, esto no significa que los seguros a todo riesgo cubran absolutamente todo. De esta forma, este tipo de seguros tienen límites y es conveniente conocerlos para poder saber qué está incluido en la póliza de seguro y qué no está incluido.
Qué cubre un seguro a todo riesgo
Un seguro a todo riesgo, ¿qué cubre? Las coberturas todo riesgo más habituales de un seguro a todo riesgo son las siguientes:
- Daños propios del vehículo: el seguro cubrirá los daños producidos en el vehículo responsable del accidente, incluso en aquellos casos en los que el conductor haya sido culpable del siniestro. No obstante, esta cobertura no es infinita, de forma que la póliza no cubrirá los daños del vehículo como consecuencia de carreras ilegales o de la no posesión del carné de conducir por parte del conductor.
- Responsabilidad civil ampliada: la responsabilidad civil del asegurado tendrá un límite económico mayor, de forma que esta también cubre los daños que se produzcan a terceros como consecuencia de remolques o caravanas.
- Defensa jurídica y administrativa: cubre la defensa legal del conductor en caso de llegar a juicio o de reclamación de daños, así como el asesoramiento jurídico respecto de las multas que haya recibido el asegurado.
- Circunstancias extraordinarias: en este caso, se cubren los daños personales derivados de catástrofes, actos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o actos terroristas.
- Rotura de la luna o cristales.
- Daños provocados por el incendio del coche.
- Daños y pérdidas consecuencia del robo del vehículo.
- Seguro del conductor: esta cobertura consiste en la indemnización económica en caso de fallecimiento, invalidez o necesidad de asistencia médica para el conductor del vehículo asegurado.
El seguro a todo riesgo, ¿lo cubre todo?
La respuesta es no. Entonces, ¿qué cubre una póliza todo riesgo? A pesar del nombre de este tipo de seguros, un seguro a todo riesgo solo incluirá aquellas coberturas que aparezcan en la póliza de seguro. Por ejemplo, en el caso de un seguro de coche a todo riesgo, este tipo de pólizas suelen incluir la responsabilidad civil, la defensa legal del conductor responsable del accidente y los daños que se produzcan al vehículo por incendio o robo.
No obstante, los seguros a todo riesgo siguen siendo pólizas de seguro muy completas que incluyen multitud de coberturas, lo cual explica que la cuantía de sus primas sea bastante cara.
Sin duda, y aunque hay otro tipo de pólizas, los seguros a todo riesgo tienen coberturas más completas, aportando una mayor seguridad para los asegurados, si bien su prima también es más cara que la de otros seguros.